Muchas empresas se enfrentan a la fragmentación de los datos de los productos, a los atributos inconsistentes y a la lentitud del tiempo de comercialización. La consultoría de PIM proporciona una orientación estructurada para resolver este caos, empezando por las auditorías y el diseño de taxonomías, pasando por la gobernanza y la gestión del cambio. Al centralizar el contenido de los productos y alinear los sistemas y los equipos, las organizaciones mejoran la calidad de los datos, aceleran los lanzamientos y crean una base escalable para el éxito omnicanal. Los consultores independientes de los proveedores desempeñan un papel fundamental a la hora de hacer que esta transformación sea eficiente, sostenible y esté alineada con los objetivos empresariales.
En el entorno de comercio omnicanal actual, la información del producto puede impulsar o arruinar el éxito de una empresa. Muchas organizaciones se encuentran en un estado de caos cuando se trata de administrar el contenido de los productos: los datos están dispersos, son inconsistentes y su actualización es lenta. Este artículo explora qué tan profesional Gestión de la información del producto La consultoría (PIM) transforma ese caos en datos estructurados y listos para el comercio. Al examinar los desafíos más comunes antes del PIM y los componentes de una contratación de consultoría exitosa, veremos cómo las empresas pueden pasar de un contenido desorganizado a un marco de información de productos escalable, eficiente y preparado para la omnicanalidad.
El caos que precedió al PIM: desafíos típicos
Antes de implementar una solución PIM, las empresas suelen enfrentarse a una serie de problemas con los datos de los productos. Estos problemas surgen de forma natural cuando la información de los productos se gestiona de forma aislada o con herramientas ad hoc, como las hojas de cálculo. Los desafíos más comunes incluyen:
Fuentes de datos fragmentadas: Los detalles del producto se distribuyen en varias hojas de cálculo, bases de datos, sistemas ERP y escritorios individuales. Los diferentes departamentos (marketing, ventas, comercio electrónico, etc.) mantienen copias separadas de los datos de los productos, lo que genera una imagen fragmentada. Sin una única fuente veraz, es casi imposible mantener la coherencia de la información.
Información incoherente y propensa a errores: La entrada manual de datos y los procesos redundantes provocan errores e inconsistencias frecuentes. Es posible que un producto tenga precios o descripciones contradictorios en todos los canales. Los errores proliferan a medida que los equipos copian y pegan datos entre sistemas, lo que socava la confianza en la precisión de los datos.
Lanzamientos y actualizaciones de productos lentos: El lanzamiento de un nuevo producto o la actualización de la información existente lleva demasiado tiempo. Los equipos deben buscar detalles de varias fuentes y conciliar las diferencias. El proceso de lanzamiento se estanca en interminables hilos de correo electrónico y versiones de hojas de cálculo. Esta lentitud en el tiempo de comercialización se traduce en la pérdida de oportunidades de venta y en la frustración a la hora de entrar en nuevos canales o temporadas.
Experiencia omnicanal deficiente: Sin un control centralizado, los clientes encuentran un contenido de producto desigual en todos los puntos de contacto. Por ejemplo, la descripción de un producto en el sitio web puede diferir de la del catálogo o de la lista del mercado. Esta incoherencia confunde a los clientes y perjudica la credibilidad de la marca, ya que los compradores no pueden confiar en que reciben la información correcta independientemente del canal.
Escalabilidad limitada: A medida que el negocio crece (más SKU, nuevos mercados, regiones o idiomas adicionales), el caos de la información sobre los productos se multiplica. Administrar un catálogo más grande con procesos manuales se vuelve insostenible. Los equipos se vuelven reactivos y solo intentan apagar los incendios, en lugar de escalar sin problemas. La localización y el cumplimiento se ven perjudicados cuando no hay una forma sistemática de gestionar las variaciones y los requisitos normativos de datos.
Estos puntos problemáticos crean ineficiencias internas y riesgos externos. Son el «caos» que precede a una iniciativa de PIM. Reconocer estos problemas es a menudo lo que lleva a las empresas a buscar la ayuda de los consultores de PIM.
Qué incluye un contrato de consultoría de PIM
Convertir los datos caóticos de los productos en un activo estructurado requiere un enfoque multifacético. Los contratos de consultoría de PIM están diseñados para abordar los aspectos técnicos y organizativos de la gestión de la información de los productos. ¿Un profesional PIM la contratación de consultoría generalmente incluye:
Auditoría y análisis del estado actual: Los consultores comienzan por auditar minuciosamente las fuentes y los procesos de información de los productos existentes. Hacen un inventario de dónde residen todos los datos de los productos (sistemas ERP, bases de datos, hojas de cálculo, ficheros de proveedores, etc.) y evalúan la calidad de los datos. Esta auditoría identifica duplicados, inconsistencias y lagunas en el contenido. El equipo de consultoría también planifica los flujos de trabajo actuales y entrevista a las partes interesadas de todos los departamentos para comprender los puntos problemáticos (por ejemplo, «¿Dónde se producen los errores en los datos de los productos?» o «¿Qué hace que la incorporación de un nuevo producto sea lenta?»). Esta fase de diagnóstico establece una línea de base y destaca los problemas críticos que deben abordarse.
Modelado de datos y diseño de taxonomía: A continuación, los consultores desarrollan un modelo de datos sólido adaptado a la empresa. Esto implica definir cómo debe estructurarse la información del producto en un estado ideal. Se identifican los atributos clave del producto (especificaciones, descripciones, precios, recursos multimedia, etc.) y se establecen jerarquías o categorías. Un esquema de taxonomía y metadatos bien diseñado garantiza que cada producto tenga un conjunto de información completo y organizado. El modelo tendrá en cuenta las variantes del producto, las diferencias regionales y los campos de cumplimiento para que la estructura de datos pueda gestionar todo lo que la empresa necesita publicar. En resumen, este paso crea el modelo para obtener datos de productos limpios y consistentes.
Limpieza y enriquecimiento de datos: Con un modelo objetivo definido, la contratación de consultoría se centra en la limpieza de los datos existentes. Esto significa consolidar varias fuentes en una, eliminar los registros duplicados u obsoletos y corregir los errores. Los consultores suelen utilizar herramientas semiautomatizadas para estandarizar las convenciones de nomenclatura, las unidades de medida, las categorizaciones y otros campos. Se identifica la información que falta y se planifica buscar o crear ese contenido (por ejemplo, escribir nuevas descripciones de productos u obtener imágenes). Esta fase de limpieza requiere mucha mano de obra, pero es crucial: transforma la materia prima de los datos de sus productos en contenido de alta calidad listo para cargarse en un sistema PIM.
Selección de plataformas y planificación de la integración: Una parte fundamental de la consultoría de PIM es elegir la solución tecnológica adecuada. Basándose en los requisitos descubiertos durante las fases de auditoría y diseño, los consultores ayudan a evaluar las plataformas de software de PIM que mejor se adaptan a las necesidades y al presupuesto de la empresa. Esto implica comparar características como la facilidad de uso, la escalabilidad, la compatibilidad con los tipos de datos necesarios, las capacidades de flujo de trabajo, las opciones de integración, etc. El consultor proporciona una recomendación objetiva sobre qué plataforma PIM se alinea con la estrategia de la empresa. Paralelamente, se planifica la arquitectura de integración, que determina cómo se conectará el PIM con los sistemas existentes (por ejemplo, el ERP, el sitio web de comercio electrónico, PRESA para imágenes, CRM, etc.).
Configuración del flujo de trabajo y la gobernanza: La tecnología por sí sola no resolverá el caos del contenido de los productos sin una gobernanza adecuada de los procesos. Los consultores de PIM definen nuevos flujos de trabajo para gestionar los datos de los productos, desde la incorporación de un nuevo producto, pasando por el enriquecimiento y la aprobación, hasta la publicación en varios canales. Ayudan a asignar funciones y responsabilidades (por ejemplo, quién aprueba una nueva descripción, quién puede editar los precios o quién supervisa las traducciones). Las políticas de gobierno se establecen para mantener la calidad de los datos a largo plazo (como los estándares de datos y las auditorías periódicas). El resultado es un modelo operativo claro para la gestión de la información de los productos en el que todos conocen su función y los procesos se simplifican.
Gestión del cambio y formación: Dado que la introducción del PIM a menudo representa un cambio importante en la forma en que trabajan los equipos, la gestión eficaz del cambio está incluida en el compromiso. Los consultores elaboran un plan de comunicación para explicar los beneficios de los nuevos procesos de PIM a todas las partes interesadas y aliviar la resistencia. Proporcionan sesiones de formación y materiales adaptados a las diferentes funciones de los usuarios, lo que garantiza que los directores de producto, los responsables de marketing, los editores de contenido y el personal de TI comprendan cómo utilizar el nuevo sistema y seguir los nuevos procesos. Este aspecto centrado en las personas es crucial para la adopción: la mejor estrategia de PIM fracasará si la organización no está de acuerdo. Al hacer hincapié en la formación de los usuarios, las directrices y el apoyo continuo, los consultores ayudan a integrar las prácticas de PIM en la cultura de la empresa.
Un compromiso integral de consultoría de PIM combina estos componentes para abordar el problema de manera integral. No se trata solo de instalar software, sino de alinear a las personas, los procesos y la tecnología para gestionar el contenido de los productos de forma eficaz.
Un enfoque gradual para la mejora
La reforma exitosa de la administración de la información de los productos no ocurre de la noche a la mañana. Los consultores experimentados suelen implementar las mejoras de PIM en fases lógicas, lo que garantiza que cada paso sienta las bases para el siguiente. Un enfoque por fases podría tener el siguiente aspecto:
Fundación de datos y descubrimiento — El proyecto comienza con un descubrimiento minucioso. El equipo de consultoría audita los datos y procesos de los productos existentes, entrevista a las partes interesadas y señala los principales puntos problemáticos. También definen los objetivos estratégicos de la iniciativa PIM (como lanzar más rápidamente o mejorar la calidad de los datos) y diseñan la iniciativa de alto nivel modelo de datos y taxonomía para el estado futuro. Al final de la fase 1, la empresa tiene una visión clara y una base de estructura de datos definida.
Limpieza y gobernanza de datos — Con el modelo objetivo definido, la fase 2 aborda la calidad de los datos y la disciplina de los procesos. El equipo ejecuta el limpieza de datos plan: estandarizar y migrar la información del producto al nuevo formato estructurado (a menudo, una categoría o departamento a la vez). Paralelamente, se introduce un marco de gobierno que incluye flujos de trabajo, funciones y reglas para que la organización comience a seguir procedimientos coherentes para los datos de los productos. La fase 2 da como resultado un conjunto de datos limpio y consolidado y reglas bien definidas para que siga siendo así.
Implementación e integración de plataformas — Ahora la atención se centra en la tecnología. La plataforma PIM elegida está configurada para soportar el nuevo modelo de datos y flujos de trabajo. El departamento de TI y los consultores integran el PIM con otros sistemas clave, lo que garantiza que la información fluya sin problemas entre el PIM y fuentes como el ERP, así como los canales posteriores. Las pruebas rigurosas (y, a menudo, un proyecto piloto con un subconjunto de productos) validan que el sistema funcione de principio a fin con datos reales. Al final de la fase 3, el PIM está completamente implementado, probado e integrado en el entorno empresarial.
Lanzamiento, adopción y mucho más — Esta fase se centra en la escala completa implementación y adopción por parte de los usuarios. Todos los usuarios hacen la transición a los nuevos procesos basados en PIM y los problemas iniciales se resuelven con el soporte (a menudo un período de mucha atención tras el lanzamiento). La organización monitorea de cerca las métricas clave (como el tiempo de incorporación de los productos y las tasas de error en los datos) para medir las mejoras. En las semanas siguientes, se recopilan los comentarios de los usuarios y se realizan pequeños ajustes. Es importante destacar que la empresa adopta una cultura de mejora continua: con la base PIM establecida, pueden refinar los flujos de trabajo y extender el sistema a nuevos canales o requisitos a lo largo del tiempo. La fase 4 básicamente convierte el proyecto en una capacidad continua para la empresa.
Al dividir la transformación en estas fases, las empresas mitigan el riesgo y garantizan un progreso constante. Cada fase ofrece resultados concretos (como la limpieza de un conjunto de datos o una integración funcional) que aportan valor por sí solas y, en conjunto, hacen que la empresa pase del caos a una operación totalmente gobernada e impulsada por el PIM.
Impacto organizacional de la transformación del PIM
La implementación del PIM con la guía de consultores expertos tiene efectos de gran alcance en la organización. Internamente, los equipos y los procesos se transforman para mejor. Los impactos organizacionales clave incluyen:
Procesos simplificados: Se eliminan muchas tareas que antes eran manuales o duplicativas. En lugar de que cada departamento mantenga sus propias hojas de cálculo, todos optan por un flujo de trabajo unificado. Por ejemplo, añadir un nuevo producto se convierte en un proceso claramente definido que fluye a través de un único sistema, en el que las notificaciones y aprobaciones automatizadas sustituyen a los correos electrónicos ad hoc. Esta racionalización reduce la carga de trabajo y los errores, ya que los pasos que antes se pasaban desapercibidos ahora están integrados en el flujo de trabajo.
Mayor calidad de datos: Con una plataforma PIM central y una gestión de datos implementada, la calidad de la información de los productos mejora considerablemente. Las reglas de validación y los estándares de datos (aplicados por el sistema y los procesos) permiten rellenar los campos obligatorios, mantener la coherencia de los formatos y detectar las imprecisiones a tiempo. La organización suele establecer funciones de administrador de datos o responsabilidades similares, por lo que existe una responsabilidad clara a la hora de mantener la precisión de cada información. Con el tiempo, la cultura cambia y pasa a valorar la calidad de los datos como un activo clave, y no como una idea de último momento.
Actualizaciones y lanzamientos de contenido más rápidos: Lo que solía llevar semanas, a menudo se puede hacer en días u horas con un PIM. Internamente, esta velocidad proviene de tener todo el contenido en un solo lugar y de procesos que facilitan las actualizaciones rápidas. Si las especificaciones de un producto cambian o hay que destacar una nueva función, el equipo puede actualizarla una vez en el PIM y distribuir automáticamente los cambios en todas partes. El impacto se deja sentir en los ciclos de comercialización más rápidos: las campañas de marketing, las actualizaciones del comercio electrónico y los lanzamientos de los catálogos se realizan según lo previsto o antes, en lugar de retrasarse debido a la recopilación de contenido.
Mejor cumplimiento y precisión: Las empresas de sectores con requisitos reglamentarios (como la electrónica, la alimentaria o la farmacéutica) obtienen beneficios de cumplimiento inmediatos. El PIM se puede configurar para incluir todos los campos de cumplimiento necesarios (advertencias de seguridad, listas de ingredientes, certificaciones, etc.) y no permitir que se publique un producto si faltan. Esto reduce el riesgo de incumplimiento. Incluso en los sectores menos regulados, disponer de una única fuente fiable mejora la precisión en todos los ámbitos, desde los precios y las dimensiones correctos hasta la información actualizada sobre las existencias. En general, la empresa puede confiar en que lo que se presenta a los clientes o socios es correcto y cumple con todos los estándares necesarios.
Colaboración mejorada: Romper los silos de datos tiene un efecto poderoso en el trabajo en equipo. Los diferentes departamentos (comercialización, marketing, comercio digital, cadena de suministro) comienzan a trabajar en la misma plataforma y a ver la misma información. Esto fomenta la colaboración interfuncional. Por ejemplo, el departamento de marketing puede comprobar que el equipo de producto ha actualizado las especificaciones y empezar inmediatamente a crear nuevas descripciones o campañas. Las personas dedican menos tiempo a enviarse correos electrónicos para obtener los detalles más recientes y más tiempo a trabajar juntas en la estrategia y el contenido. El PIM se convierte en un centro que conecta funciones que antes estaban aisladas, lo que fomenta una cultura organizacional más colaborativa y ágil.
Estas mejoras internas no solo facilitan el trabajo diario de los empleados, sino que también sientan las bases para el éxito externo. Cuando su organización interna está en orden, la empresa puede ofrecer al mercado un contenido de productos uniforme y de alta calidad con rapidez.
Beneficios obtenidos: de la eficiencia a la coherencia de la marca
Los resultados finales de un proyecto de consultoría de PIM se ven en los resultados empresariales. Al adoptar un enfoque estructurado y escalable de la información sobre los productos, las empresas obtienen múltiples beneficios:
Ganancias de eficiencia significativas: Una de las primeras ventajas es la eficiencia. Los equipos recuperan las innumerables horas que antes dedicaban a buscar datos, corregir errores o duplicar esfuerzos. Los flujos de trabajo automatizados y un repositorio centralizado permiten al personal lograr más con menos trabajo manual. Con frecuencia, esto también se traduce en ahorros de costos, ya sea gestionando una cartera de productos más amplia sin aumentar la plantilla, o reasignando a los empleados a tareas más valiosas (como mejorar la calidad del contenido o lanzar nuevos productos) en lugar de al tedioso mantenimiento de los datos. En resumen, el PIM convierte la gestión de la información de los productos de una tarea intensiva en mano de obra en una operación altamente eficiente.
Mayor escalabilidad y facilitación del crecimiento: Una base sólida de PIM significa que la empresa puede ampliar sus ofertas de productos y canales sin un aumento proporcional del caos. Añadir 1000 nuevos SKU o expandirse a varios mercados nuevos ya no es una pesadilla. El modelo de datos estructurados y los procesos eficientes absorben el crecimiento con un esfuerzo incremental relativamente pequeño. Esta escalabilidad es crucial para las empresas que buscan expandirse internacionalmente o aumentar rápidamente su oferta en línea. El sistema PIM admite el contenido en varios idiomas, las necesidades de datos específicas de cada región y la incorporación de nuevas líneas de productos, lo que permite a la empresa perseguir estrategias de crecimiento con confianza.
Experiencia de marca y cliente uniforme: Con una única fuente de información veraz que impulsa todo el contenido de los productos, es posible lograr la coherencia en todos los canales. Los clientes ven las mismas descripciones de productos precisas y bien elaboradas, ya sea que busquen en el sitio web, la aplicación móvil, la tienda de redes sociales o el catálogo impreso. Esta coherencia refuerza la confianza y el reconocimiento de la marca. El mensaje de marketing y las propuestas de valor del producto permanecen alineados en todas partes, lo que refuerza el impacto de la marca. Además, una información de producto más completa y fiable (como especificaciones detalladas, varias imágenes y guías útiles) mejora la experiencia del cliente y se traduce en una mayor satisfacción. Un efecto secundario directo de la coherencia es la mejora de las tasas de conversión y el menor número de devoluciones de productos: los clientes obtienen exactamente lo que esperaban según la información proporcionada.
Estratégico Agilidad: Más allá de las ganancias inmediatas, las empresas suelen descubrir que el PIM les brinda una nueva flexibilidad estratégica. Como la información de los productos está bien organizada y gestionada de forma centralizada, la empresa puede cambiar rápidamente las oportunidades o capitalizarlas. ¿Quiere lanzar una venta flash con paquetes de productos personalizados? ¿O cumplir rápidamente con una nueva regulación de datos? Con procesos de PIM sólidos, estas tareas son mucho más fáciles de ejecutar. La empresa no se ve frenada por las limitaciones de contenido. De este modo, el PIM se convierte en un elemento estratégico para las iniciativas comerciales, un activo que proporciona una ventaja competitiva a la hora de responder a las tendencias del mercado o a las demandas de los clientes.
En conjunto, estos beneficios subrayan por qué invertir en consultoría y soluciones de PIM no es solo una actualización de TI, sino una mejora empresarial. La eficiencia, la escalabilidad y la coherencia de la marca repercuten directamente en los resultados finales al acelerar el crecimiento de los ingresos, reducir los costes operativos y aumentar la fidelidad de los clientes.
Guía para las empresas que están considerando la consultoría de PIM
Para las organizaciones que se enfrentan al caos de la información sobre los productos y están considerando una iniciativa de PIM, estas son algunas pautas prácticas:
Evalúe sus puntos débiles y objetivos: Comience por identificar claramente los problemas causados por su enfoque actual de información de productos. ¿Ve errores frecuentes en su sitio web? ¿Se retrasan semanas los lanzamientos de productos? Cuantifica estos puntos problemáticos y define cómo sería el éxito (por ejemplo, «los tiempos de lanzamiento se reducen a la mitad» o «no hay descripciones de productos inconsistentes en todos los canales»). Tener objetivos concretos servirá de guía tanto a tu equipo interno como a cualquier socio consultor.
Soporte ejecutivo seguro y aceptación multifuncional: Los proyectos de PIM afectan a muchas partes de la empresa, por lo que es vital contar con el respaldo del liderazgo y la participación de varios departamentos. Explique a las partes interesadas el valor estratégico de contar con datos de productos limpios y bien gestionados. El patrocinio de los ejecutivos garantiza que dispongas de los recursos y la atención necesarios, mientras que la participación de equipos como los de TI, marketing, comercio electrónico y operaciones garantiza que la solución satisfaga las necesidades de todos y sea adoptada. Una iniciativa de PIM es mucho más fluida cuando todas las partes implicadas están de acuerdo desde el principio.
Elija el socio consultor de PIM adecuado: Si decide contratar consultores profesionales, selecciónelos con cuidado. Busca consultores o firmas con un historial comprobado en la implementación de PIM en escenarios similares a los tuyos (sector, escala, complejidad). Un socio ideal podrá auditar su situación de manera objetiva, recomendar la tecnología adecuada y gestionar el proyecto de principio a fin. Deben ser expertos tanto en los aspectos técnicos (modelado de datos, integración, etc.) como en los aspectos de gestión del cambio (formación de usuarios, diseño de procesos). No dudes en pedir ejemplos de sus compromisos anteriores y en comprobar las referencias.
Invierta tiempo en la preparación de datos: Prepárese para dedicar un esfuerzo significativo a la limpieza y preparación de los datos. Muchas empresas subestiman el estado en el que se encuentran los datos de sus productos. Involucre a su equipo y a los consultores para que limpien minuciosamente los datos y cubran las brechas delante de y durante la implementación del PIM. Esto puede implicar contrataciones temporales, el uso de herramientas de calidad de datos o la contratación del personal actual para centrarse en la mejora del contenido. La calidad de los datos de entrada afectará directamente al éxito de la implementación del PIM: datos limpios que entran y datos limpios que salen.
Planifique la gestión del cambio y la formación: Al implementar nuevos sistemas y procesos, recuerde que las personas deben adaptarse a ellos. Al principio del proyecto, desarrolla un plan de gestión del cambio: explica por qué la empresa hace esto, cómo beneficiará el trabajo diario de cada equipo y qué es lo que se espera que cambie. Programa las sesiones de formación con bastante antelación a la puesta en marcha, posiblemente por fases (formación inicial y actualizaciones en torno al lanzamiento). Identifique a los «campeones del PIM» o superusuarios de cada departamento que puedan ayudar a sus colegas y proporcionarles su opinión. Este enfoque en el lado humano dará sus frutos, ya que se traducirá en tasas de adopción más altas y en una transición más fluida.
Adopte un enfoque gradual y mesurado: La implementación de PIM no es un Big Bang de todo o nada. Trabaje con sus consultores para dividir el proyecto en fases manejables, como se describió anteriormente. Considera la posibilidad de empezar con un proyecto piloto o con un alcance limitado (por ejemplo, una unidad de negocio o un subconjunto de productos) para demostrar resultados rápidos. Defina las métricas clave para hacer un seguimiento del progreso, como los porcentajes de completitud de los datos de los productos, el tiempo dedicado a las tareas relacionadas con los datos, las tasas de error, etc. Revíselas periódicamente para asegurarse de que el proyecto aporte valor y ajuste el rumbo si es necesario. Un enfoque gradual con métricas claras ayudará a mantener el impulso y el apoyo de los ejecutivos.
Mire más allá de la implementación: piense a largo plazo: Por último, planifique la vida después del proyecto PIM inicial. Los contratos de consultoría de PIM exitosos le proporcionan una nueva capacidad, pero es su organización la que debe mantenerla y hacerla crecer. Haga un presupuesto para el mantenimiento continuo, las mejoras ocasionales y, posiblemente, el soporte de consultoría continuo para las optimizaciones futuras. Establezca un equipo de gobierno interno o un comité directivo para supervisar la estrategia de PIM después de la implementación. Al pensar a largo plazo, te aseguras de que el PIM siga siendo una parte importante de tu estrategia de comercio digital en lugar de un proyecto único.
Al seguir estas pautas, las empresas pueden aumentar sus posibilidades de lograr una transformación de PIM fluida y exitosa. El viaje del caos al comercio organizado se puede lograr con la preparación adecuada y la orientación de expertos.
Del caos al éxito comercial
La información desorganizada de los productos es más que una simple molestia de TI: es una barrera para el crecimiento empresarial y la satisfacción del cliente. La consultoría de PIM ofrece una vía estructurada para derribar esa barrera. Al auditar sistemáticamente el caos, diseñar un modelo de datos personalizado, implementar tecnología habilitadora y guiar el cambio organizacional, los consultores ayudan a las empresas a convertir los datos desordenados en un activo estratégico. La transición del caos al comercio se caracteriza por un contenido de productos limpio y confiable que impulsa todos los canales, operaciones eficientes que aceleran la comercialización y una experiencia de marca uniforme en la que los clientes confían. En una era en la que el comercio digital avanza con rapidez y las expectativas son altas, las empresas que invierten en dominar la información de sus productos son las que prosperan. La consultoría profesional de PIM acelera este dominio, garantizando que el camino desde el caos de los datos de los productos hasta el éxito del comercio omnicanal no solo sea posible, sino que también sea repetible y sostenible.
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